"En el micro había 4 ó 5 personas que tenían fiebre, fue en la aduana que les dieron barbijos y seguimos camino a Mendoza. Cuando llegamos vimos mucho revuelo y sentimos las piedras, nos dijeron que cerremos las cortinas de las ventanas y metieron el colectivo dentro del hospital porque corría riesgo nuestra integridad física. Nos hicieron un chequeo a todos y nos fuimos en otro bus".
"En Mendoza se enteraron que llegábamos con pasajeros con síntomas porque avisaron los mismos pasajeros por celular".