jueves, 1 de octubre de 2009

Sergio Bergman, rabino


"La pobreza es un tema urgente, no nos olvidemos que nos hicieron votar el 28 de junio por eso, pero después de las elecciones ya los temas urgentes no son tan importantes y volvemos a tratar los temas que le interesan al Gobierno y no a los que necesitamos todos".

"Bergoglio tiene un discurso preciso y claro pero también nos explica que él sabe porque la gente se lleva la plata afuera, porque cuando la tenes en tu jubilación privada te la llevan, cuando la queres invertir no tenes seguridad jurídica, cuando tenes un medio de comunicación te los sacan y te llevan puesto sin ninguna garantía constitucional".

"El peligro no está en lo que el Gobierno hace, el peligro está en lo que nosotros no hacemos. Hay que hablar con nuestros hermanos venezolanos para que nos cuenten como fue que los cocinaron a fuego lento y que cuando quisieron reaccionar no lo pudieron hacer. Nosotros seguimos como habitantes viendo todo, inclusive el escándalo de la pobreza y al mismo tiempo dentro de poco no nos vamos a poder expresar ni hablar y no vamos a poder hacer nada, vamos a dejar pasar la libertad".

"Nosotros tenemos que ir a un psiquiatra como país, no tenemos un problema económico y social, tenemos un problema psicopatológico, estamos enfermos de valores. Somos absolutamente pasionales y hormonales y así no se hace un país, así se va a una cancha de fútbol".

"Iremos al Congreso a pedirle al Senado que sea honorable y rechace el proyecto no por su contenido sino por su procedimiento. Hay que entender que cuando uno hace un gol con la mano, no es gol".

"Todos sabemos que después del 28 de junio quieren llevarse puestos a Clarín y a todos los medios, nadie puede comprarse esa hipocrecía de que después de 6 años de ser socios se dieron cuenta que esta es una ley de la dictadura, cosa que también es una infamia porque esta ley que nació con la dictadura tiene 25 años de tratamiento democrático y ya no es la misma ley. Lo peor de todo es que quieren volver con prácticas utilizadas en la dictadura como el control de contenidos y la censura".

"Los que acompañan a Kirchner no lo hacen por principios sino por caja, yo respeto la ideología de izquierda pero no le tengo ningún respeto a los mercenarios que se alquilan en función de prevendas para defender lo indefendible".