Decir la verdad no ofende y es de buena educación. Hay que ser estúpido para no admitir que es la peor crisis financiera internacional de la historia. Y que nos está afectando, ya. Se sienten mayores dificultades para acceder al crédito, hay fábricas que piensan en parar porque van a exportar menos, las bolsas caen y la mirada está atenta al dólar.
Sin embargo, en medio de la debacle, cuando nadie conoce el final, al gobierno kirchnerista se le ocurra anunciar que después de 7 años de default vamos a pagar nuestras deudas. ¿No pensó en buscar el momento adecuado?. ¿Pensaron que a alguien en Nueva York le iba a importar? Bush pide 700 mil millones de dólares, los bancos centrales inyectan (palabra adecuada para un enfermo o una goma pinchada) miles de millones para no destrozar aún más sus economías y Argentina cree que le van a volver a prestar plata porque anuncie el pago de 10mil millones a los bonistas y casi 7 mil al Club de París.
La reina Cristina creyó que iba a despertar interés en EEUU. "Sra., hace tiempo que Argentina no despierta interés, salvo cuando juega al fútbol". La pobre agenda internacional es el resultado de nuestra política y nuestros modales. Pero Cristina ya les dijo: "ustedes necesitan un plan B", nosotros estamos a salvo.
Aunque hace tiempo que en la Argentina nadie está a salvo, excepto los políticos corruptos. No soy pesimista, amo a mi país, pero soy consciente que me acostumbré a vivir mirando que no me roben en la calle, en las urnas, en el banco, mirando si la moneda va aguantar o si mis aportes jubilatorios algún día volverán...
El gobierno kirchnerista repite "seguimos creciendo", casi como durante la guerra de Malvinas decían "seguimos ganando". No importa, con tantas modificaciones en el INDEC podrán anunciar muy pronto que en la Argentina no hay más pobres y que se puede exportar carne ahora que las vacas vuelan.
El gobierno insiste en que "acá" se hicieron las cosas bien. Claro, créditos hipotecarios no hay, no se consiguen. Quién los quiera, deberá ganar en blanco más de 9 mil pesos y estar dispuesto a pagar una tasa del 15%. El resultado es que el 97% de las operaciones inmobiliarias se hacen en efectivo, sin crédito.
Es una crisis, estúpidos, una crisis internacional que se suma a las tantas nacionales. Y su resultado son millones de personas que no dejarán la indigencia, otros que volverán a la pobreza y otros tantos que demorarán sus sueños y sus proyectos. ¿Los sueños y los proyectos, los mide el INDEC?
Sí, es una crisis, pero creo que a nosotros nos toman por estúpidos.
